Un recuerdo bonito

Siempre suelo tener miles de ideas divagando de un lado a otro, a veces digo, si las escribiera todas, podría hasta formar una saga completa. Pero, luego recuerdo que para ello,  tengo que ir a prender la laptop, abrir un nuevo archivo en Word…y se me pasa.

Pero hoy, sentí esa inspiración de exteriorizar mis ideas y sentimientos a través de lo que escribo (Todo lo que el yoga puede lograr). Y pues bueno, ahora me encuentro aquí  decidiendo escribirte a ti. ¿De locos, no?

 A mis 27 años, mencionar tu nombre o el periodo en que sucedió todo no tiene relevancia, porque lo que trato de exteriorizar y plasmar a través de estas líneas, es el recuerdo bonito y aprendizaje que me dejaste.

Increíble pensar, que ahora diga que eres mi recuerdo bonito, cuanto tiempo atrás sentía que no dabas la talla para ser todo lo que yo merecía, que la persona a quien yo había admirado tanto no existía,  e incluso, cuando mi orgullo y vanidad salían a flote, consideraba que yo hubiese resultado demasiado valiosa para ti. (De vanidosas nadie nos gana)

Pero no, aun no entendía, aún no había madurado, aun no comprendía el hecho de amar a otra persona (Aunque no parezca esa palabra cliché de 4 letras, conlleva una gran responsabilidad). Pienso que tu si lo sabias desde el principio, y mientras nos conocíamos más, descubriste que íbamos por caminos distintos, tal vez tu más establecido y discreto, y yo, bueno, ilusionada de tener a mi lado a la persona que tenía casi todas las virtudes que yo consideraba importante para que seas mi complemento perfecto y con ganas de aventurarme por el mundo. (Claro a esto le sumamos que mi nivel de despistada y distraída incrementaba cuando estabas a mi lado)

Recuerdo que cuando todo terminó me quedé en shock, pues no entendía que pudimos haber hecho mal para que no resultase, si bajo mi punto de vista hubiésemos sido la pareja perfecta. En esos primeros momentos, que se convirtieron en horas, días, semanas y meses, mi mente había hecho un increíble flash back del minuto a minuto de todo lo que habíamos pasado, intentando encontrar en que parte de nuestra historia apareció ese inesperado “quiebre”. Y así siguieron pasando las  horas, días, semanas, meses…hasta que por fin logré entenderlo todo…

Pensé que escribir esto iba  a resultar algo corto, pero ya vez, recién hemos empezado.

Espero tener un tiempo extra como hoy para poder continuarlo